18 de septiembre de 2014

NUESTRA EXPERIENCIA CON LA ECOGRAFÍA 4D


A lo largo de nuestro embarazo, nosotros nos hicimos dos ecografías 4d. La primera entre las semanas 11 y 13, y la segunda en la semana 28. Aquí les explico a detalle lo que significó para nosotros.

La primera fue una ecografía de marcadores cromosómicos para descarte de anomalías y, por recomendación del doctor, nos aseguramos de hacerla entre la semana 11 y 13 de embarazo. Por lo que leí en internet y por lo que nos dijo el ginecólogo, este tipo de ecografía se hace entre estas semanas en específico debido al tamaño y al desarrollo del bebé. Si se hace antes o después del tiempo recomendado, al parecer no tiene la misma significancia (ver fuente2).

Antes de empezar con la ecografía el doctor nos advirtió que sería una ecografía un poco larga y que nos armáramos de paciencia. También nos advirtió que si por algún caso los valores de los estudios salieran elevados, no necesariamente significaba que el bebé padeciera algo. Este indicador solamente reflejaba la “posibilidad” de que el feto padeciera algún síndrome, y llegado el momento se tomarían exámenes adicionales si fuera necesario. Esto quiere decir entonces que la ecografía no “diagnostica” nada, pero sí da “probabilidades” o indicios de algo. Ojo con esto.

Ecografía 4d de bebé de 12 semanas
(fuente internet)
Recuerdo que lo primero que se revisó en la ecografía fue la translucencia craneal. Según internet es “el acúmulo de líquido subcutáneo en el cuello del bebé y se ve aumentado en más del 70% de los casos de Síndrome de Down, Trisomía 18, 13 y 21” (ver fuente 1 y fuente 2). El doctor hizo unas mediciones en su cabecita, en la nuca, en el líquido y nos dijo que el valor era normal.
Luego se enfocó en la naricita de la bebé y revisó desde varios ángulos si había presencia de hueso nasal. Esto, aunque parezca tonto, al parecer es también un indicador de la posible presencia de Síndrome de Down. Dice internet que el hueso nasal no es visible en un 70% de niños con este síndrome (ver fuente 1) y que para esas semanas específicas de embarazo ya debería estar presente.
 Después de ver la translucencia craneal y la presencia de hueso nasal, pasamos al corazón y al estómago. Revisó las cavidades de su corazón, contó los latidos, revisó su estómago y descartó malformaciones. Luego midió su cabeza, midió su cuerpo de principio a fin y finalmente revisamos su columna vertebral.
Y ahí quedó todo señoras. Sí, se acabó la vaina.
Nosotros fuimos a la consulta con la expectativa de verle la carita, de ver sus manos, sus deditos, y de verla mover. Fuimos con la ilusión de por fin conocerla y poder darle una identidad, pero no fue así. Fue más bien una ecografía bastante práctica y de descarte.

Por el contrario, la segunda ecografía 4d sí satisfizo nuestras expectativas y deseos. La hicimos a la semana 28 de embarazo y salimos encantados. Se nos advirtió que no dejáramos pasar más tiempo porque luego sería difícil de ver los detalles, la bebé estaría más apretada en el vientre y las imágenes tendrían más probabilidad de salir “contaminadas” por el cordón o la placenta. Entonces, con estas advertencias tan claras nos apresuramos en hacer esta ecografía de exploración y de descarte cumplidas nuestras 28 semanas de embarazo.

Recuerdo que ese día tuve un día bastante agitado. Desde las 7am hasta las 8pm (que fue la ecografía), hablé mucho, me moví mucho, caminé mucho y tuve contacto con muchas personas. A mi hija la sentí moverse y patearme todo el día sin parar hasta que llegamos a la consulta y me senté en el sillón de la recepción. NI bien me senté en ese sillón a esperar mi turno, ella dejó de moverse. Como era de temer, se había quedado dormida justo antes de la ecografía. Me comí un chocolate y esperé a que se despierte para el momento de la ecografía pero mis deseos fueron inútiles. No solamente se había quedado dormida y no tenía intenciones de despertar, sino que se había quedado dormida de espaldas, mirando hacia mi columna. El doctor nos planteó la idea de postergar la ecografía para otro momento pero felizmente sus trucos para despertarla funcionaron con precisión y la bebe movió su carita hacia nosotros.

Ecografía 4d de bebé de 27 semanas
(fuente internet)
No hay forma de describir en palabras lo que vimos a continuación. Todo lo que habíamos soñado durante meses por fin lo vimos plasmado en la vida real. Fue increíble y conmovedor. Parte de nosotros como pareja estaba ahí en la pantalla, con una cara y con una identidad. Nuestro amor con cara y cuerpo. Fue maravilloso.
Es cierto que por la posición de la bebé y por todo lo que nos había costado moverla, la calidad de la foto era un poco baja; pero nos conformamos con cada segundo de verla.

En esta ecografía el doctor aprovechó en examinar a detalle a la bebé. Empezamos por la cabeza, su cerebro, sus rasgos faciales y en seguida descartamos labio leporino y otras anomalías. Luego pasamos a ver sus brazos, sus piernas, a contarle los deditos y a examinar su columbra. Acá descartamos lógicamente espina bífida y cualquier malformación o ausencia de falanges o extremidades. Después le revisó a detalle sus labios vaginales, su estómago y finalmente el corazón. Con este último se tomó un poco más de tiempo porque nos explicó cómo estaba formado, cuáles eran las conexiones normales entre las cavidades y cómo funcionaba.
Nos habló también sobre las arterias uterinas  e hizo algunas mediciones con el Doppler. Nos explicó que esta medición de las arterias uterinas era muy importante porque podía predecir el riesgo de preeclampsia y de la oxigenación que le estaba llegado a la bebé. Un dato bastante importante a decir verdad.

Se acabó entonces la ecografía y nos entregaron unas fotitos y un cd con el video de la ecografía. La foto estaba un poco distorsionada porque nuestra hija no estaba con ganas de posar pero igual nosotros salimos contentos. No es que sea envidiosa ni nada de eso, pero he visto en internet unas fotos de ecografías preciosas y súper tiernas, con bebés que bostezan, se meten el dedo a la boca, sonríen, etc. Lindas! Mi hija estuvo dormilona ese día y al parecer todo es cuestión de suerte. 
Les dejo unas imágenes de internet para que se emocionen.

Bebé chupándose el dedo del pie
27 semanas. Fuente:internet
Bebé tapándose los ojos
27 semanas. Fuente: internet

Si alguien me preguntara entonces si la ecografía 4d vale la pena, yo les respondería que sí, que bien vale la pena. El hecho de quitarnos por fin la preocupación y de quedarnos solamente con la ilusión es definitivamente algo que nos merecemos todos en el embarazo. Descartar problemas con tu bebé y saber que puedes disfrutar en tranquilidad el resto del embarazo es algo invaluable. Y la experiencia de conocer a tu hijo antes que nazca es una experiencia que ningún padre debería perderse. Es increíble.
Yo la recomiendo al 100%.

¿Ustedes se hicieron alguna ecografía 4d?
¿Les salió tan nítida y tan tierna como se ve en internet?
¿Fue lo que esperaron?

PD. Seguro se están preguntando ¿cómo es que me acuerdo a detalle de todo lo que he escrito?, y es porque mi novio grababa las ecografías con la filmadora. Así es cómo recuerdo todo lo que nos explicaban y lo que nos enseñaban.



1 comentario:

  1. Hola! Yo me hice una a las 28 semanas también, estaba dormilon y se ponía las manos en frente de la cara todo el tiempo jajajaj tambien tenemos el CD y de ahi hemos logrado rescatar algunas imagenes mejores, la verdad es que no se dedicaron mucho a descartar cosas, solo fue intentar verlo en el mejor plano posible. Espero que tu nena haya nacido excelente, yo espero que el mio tambien. Beso!

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