23 de junio de 2015

MI RECUPERACIÓN DESPUÉS DE LA CESÁREA

Continuando con la publicación donde conté a detalle mi experiencia con la cesárea y los tres días que estuve en la clínica, escribo hoy cómo me fue con la recuperación en casa.

1.- Loquios: El sangrado fue abundante durante los 3 días que estuve en la clínica (al punto que tuve que usar pañales postparto), pero para cuando regresé a casa pude usar toallas higiénicas femeninas como si se tratase de una menstruación regular. Este ligero sangrado duró 4 días más y no requirió mayor cuidado adicional.

2.- Herida: Para proteger la herida de la humedad y los roces, me pusieron un parche impermeable que el mismo ginecólogo retiró a los quince días de haber dado a luz. Esto quiere decir que no lavé la herida, no tuve que aplicarme ningún medicamento tópico, ni tuve restricciones para bañarme durante todo ese tiempo que lo tuve puesto. Me quitaron los puntos ese mismo día que me retiraron el parche y el dolor fue casi imperceptible. La herida externa estaba cerrada por completo, pero tuve picazón en esa zona por tres meses (aparentemente por la cicatrización). Oficialmente el corte de la cesárea demora en cicatrizar dos años (en todas sus capas)  y es por eso que se recomienda esperar dos años para volver a tener hijos.

21 de junio de 2015

NUESTRO PRIMER DIA DEL PADRE

Hay algo que yo siempre digo: "si yo hubiera nacido en otras épocas, me hubiera quedado soltera o hubiera muerto quemada en la hoguera por pagana". Y es que con las ideas que tengo sobre equidad de género me hubieran quemado viva o nadie hubiese querido casarse conmigo por exigir igualdad de roles.
Felizmente ese no es el caso y nací en estas épocas donde las mujeres estamos en una mejor posición. Pero sobretodo, agradezco haber nacido en estos tiempos donde los hombres parecen estar empezando a luchar para que se les reconozca como personas sensibles y preocupadas. Es como un intento de esta generación de asociar el personaje de la masculinidad a la ternura y a las emociones.

10 de mayo de 2015

MI EXPERIENCIA CON LA CESÁREA


Escribo esta publicación porque recuerdo haber buscado información detallada sobre cesáreas semanas antes de tener la mía y sin haber encontrado absolutamente nada al respecto. No sabía en cuánto tiempo se me adormecerían las piernas por la anestesia, en cuánto tiempo volvería a sentirlas, cuánto demoraría la operación, qué pasaría ese día en la tarde, cómo sería el dolor, cómo amanecería al día siguiente... nada, no encontraba nada.
Así que escribo esta publicación para ustedes que están a punto de dar a luz, para aliviarles el esfuerzo y para que estén más tranquilas en ese día. 

DÍA PREVIO
El día anterior a la cesárea fue un día de angustia, mariposas en el estómago y con un corazón que se aceleraba cada vez que recordaba que por fin tendría a mi nena en brazos. Mi última comida fue a las 6pm, ya que debía estar en ayunas para la operación. Nada de comida y nada de agua hasta el día siguiente. 

8 de mayo de 2015

MI PRIMER DÍA DE LA MADRE


Hoy celebro mi primer día de la madre, pero quiero recalcar que no es un "cualquier primer día de la madre", sino el primer día que celebraré por el resto de mis días (de hecho el más duro que he tenido en mi vida hasta ahora).

Para mí la maternidad ha significado en estos primeros seis meses del nacimiento de mi hija un cúmulo de renuncias y sacrificios extremos. Así es chicas, muchas quejas, mucho llanto y muchos conflictos conmigo misma y con el resto de la humanidad. 
La maternidad para mí ha significado hasta ahora muchísimas renuncias profesionales, tantísimas renuncias en pareja, tantísimas pérdidas sociales, tantísimos brotes emocionales personales, tanto dolor físico, tanto conflicto con mi rutinas diarias, tanta pelea con la billetera, tantísima psicoterapia personal, tantísima pelea interna con mi tan amado ego, y por supuesto, ni qué hablar de las tantas renuncias con mi cuerpo. 

17 de abril de 2015

MI LACTANCIA Y TODOS SUS TABÚES

Dedicado para todas aquellas mujeres que no pudieron dar de lactar, simplemente no quisieron hacerlo o a las que la lactancia no les resultó tan plancentera como pensaban. Dedicado a las que no lo logramos.

Hace una semana una amiga que acababa de dar a luz (y que por cierto sigue el blog) vino a nuestra casa a visitarnos y hablamos precisamente de este tema. Ambas coincidimos con que la lactancia nos resultaba una obligación y que no le hallábamos la ternura que todas las mamás del universo le encuentran.

Para mí la lactancia fue terrible. 
Para empezar tengo que contarles que yo traigo un trauma de mi adolescencia con respecto a la lactancia. Tengo como imagen mental a mi mamá dando de lactar, llorando de dolor y mi hermanito mamando con las mejillas ensangrentadas. Me causó tanta repulsión ver esa escena y sobretodo ver a mi mamá llorar, que se me fijó en la mente la siguiente afirmación: que la lactancia era dolorosa
Durante todo mi embarazo, como ya les conté en un post anterior sobre la metamorfosis de mis senos, la gente me torturaba diciéndome que debía "preparar" mis benditos pezones invertidos para que no sufriera al dar de lactar. Llegó entonces el momento de tener a mi bebé y es cuando el infierno del dolor se desató en mi vida, pero no por la cuestión de mis pezones, sino por otros tabúes.

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