Hoy celebro mi primer día de la madre, pero quiero recalcar que no es un "cualquier primer día de la madre", sino el primer día que celebraré por el resto de mis días (de hecho el más duro que he tenido en mi vida hasta ahora).
Para mí la maternidad ha significado en estos primeros seis meses del nacimiento de mi hija un cúmulo de renuncias y sacrificios extremos. Así es chicas, muchas quejas, mucho llanto y muchos conflictos conmigo misma y con el resto de la humanidad.
La maternidad para mí ha significado hasta ahora muchísimas renuncias profesionales, tantísimas renuncias en pareja, tantísimas pérdidas sociales, tantísimos brotes emocionales personales, tanto dolor físico, tanto conflicto con mi rutinas diarias, tanta pelea con la billetera, tantísima psicoterapia personal, tantísima pelea interna con mi tan amado ego, y por supuesto, ni qué hablar de las tantas renuncias con mi cuerpo.
Yo, la única hija mujer de una mamá que siempre se ha mantenido delgada, a la moda y activa; tenía una carga muy grande de la que no me había percatado: yo tenía la obligación de conservar o mejorar la elegancia con que mi mamá vivió su maternidad. Y es pues, luego de muchas sesiones de autoanálisis que me di cuenta que el estilo de mi madre no funcionaría para mí, que yo sí debía sacrificar mi cuerpo, mi trabajo y mis emociones para quedarme con mi hija a criarla en casa por lo menos hasta que vaya al nido. Una decisión difícil y con la que aún sigo peleándome, a decir verdad.
Gracias a mi mamá, la experiencia con la maternidad nunca la tomé como "una santa obligación que toda mujer debe tener", sino como una elección que hice y un riesgo que, con mucha alegría quise tomar. Entonces comprenderán que a lo largo del camino que he decidido emprender, cada obstáculo diario lo vivo como un desafío y cada éxito lo vivo como el mejor de los logros. Cada progreso que hago con mi novio, cada sesión positiva con mi terapeuta, cada nuevo descubrimiento de mi hija con el mundo, cada cita con el pediatra, cada salida que hago sola con ella, cada día que mi casa se mantiene ordenada, cada mes que logramos ahorrar para el futuro de mi hija, cada vez que nos despertamos adoloridos por haber dormido con ella en la cama, son para mí MIS PROPIOS ÉXITOS. Cambié mis éxitos profesionales, económicos y sociales; por el bienestar de mi hogar, el de mi novio y el de mi hija.
Y eso es lo que celebro hoy, la decisión de haber cambiado mi vida como la conocía antes por esmerarme en plantar cimientos sólidos para mi familia. Estos son MIS esfuerzos, MIS renuncias, MIS sacrificios y HOY, después de 6 meses como madre, puedo decir que SÍ valieron la pena. Cada lágrima y cada día de sobreexigencia valieron la pena.
Siento que superé la elegancia de mi madre. Yo la superé a mi estilo. Tomé una buena decisión y la celebro hoy con orgullo y sin vergüenza de decir que ¡ me lo merezco!
Feliz día de la madre a todas las madres dramáticas como yo, a las que luchan con sus yo internos a diario, a todas las que lo tienen todo bajo control, a las que les sale por instinto la maternidad, a las que tienen varios hijos, a las madres jóvenes, a las madres mayores, a las madres que trabajan-estudian-y crían hijos, a todas las madres que sufren alguna discapacidad, a las madres que tienen hijos con discapacidades, a las que hacen de madres de sus hermanos, a las que hacen de madres substitutas, a las maestras que aman a sus alumnos como a sus propios hijos, a las tías que adoran a sus sobrinos, a las madrinas que quieren a sus ahijados, a todas nuestras madres, a todas nuestras abuelas, y a todas las mujeres que tienen esa capacidad profunda de amar por encima de ellas mismas.
¡ Feliz día a todas!
Muchas gracias por leerme siempre.
¡ Son lo máximo!
Mi bebita cuando tenía 3 meses. |
Pero como no todo es agradecimientos y buenas vibras, hago públicas mis ansias por recibir a fin de año mi regalo soñado que mi novio HA JURADO DARME: mi anillo de diamantes (jajajajjaja).
Consejo, consejito: Déjense engreír hoy, se lo merecen. No tengan pena, es momento de celebrar por ustedes,
Si te gustó esta publicación, puedes también puedes leer:
- 10 cosas que debí saber antes de ser mamá
- El primer día que la dejé sola con su padre
- Ser madre en el Perú de hoy
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar